Video: El Cardenal Tobin adelanta las sesiones finales del Sínodo de los Obispos
Muy buenos días, hermanos y hermanas. Y una vez más y, tal vez por este Sesión, la última vez les hablo delante de la Basílica de San Pedro y a la espalda del aula grande del Sínodo. Estamos en los últimos días. Este día estaba trabajando y fuertemente para revisar un borrador del informe de síntesis que queremos compartir con la Iglesia. No es un documento final del Sínodo porque nos falta la Segunda Sesión que se celebrara en octubre del año que viene. Es más bien un informe sobre la experiencia de los últimos cuatro semanas, y como la Iglesia puede caminar juntos. Pasado mañana, vamos a reunirnos el sábado para hablar de las orientaciones que queremos dar a la Iglesia para impulsar nueva reflexión en los 11 meses antes de la segunda sesión del Sínodo. Y finalmente en la noche del sábado, vamos a cantar juntos el “Te Deum” que es un himno muy antiguo de la Iglesia para agradecer a Dios por su fidelidad. El domingo nos reunimos en la Plaza de San Pedro junto con el Santo Padre a celebrar la misa de Clausura. Hermanos, estaba pensando últimamente en que significa estas cuatro semanas del Sínodo. Y me viene en mente dos imágenes. La primera se me paso aquí en Roma Pero casi 20 años atrás en La Primavera en Abril del 2005 cuando murió el papa Juan Pablo Segundo ahora Santo. Un condiscípulo mío me invito a acompañarle al velorio en la Basílica de San Pedro.
Nos pusimos en fila a la una de la mañana. No muy lejos, caminando 10 minutos normalmente. Pero aquella noche nos pusimos en fila a la una de la mañana entramos en la Basílica a las diez menos quince. Es decir, casi 9 horas, caminando paso a paso a veces parados por una hora o más. Y recordando aquella noche, pienso en la experiencia de caminar con esta muchedumbre, gente que caminaba con mucha reverencia y respeto. Pero se veían todos: un grupo de motociclistas de los países de los Balcanes, equipos de futbol italianos, familias de jóvenes, ancianos, todos nosotros caminando hacia una destinación. Y cuando dimos la última vuelta en un lugar donde normalmente se ve se presenta la enormidad de la Basílica de San pedro, no podiamos vislumbrar a causa de una neblina, pero seguimos caminando hasta cuando veíamos claramente la destinación. Para mi la Sinodalidad es algo así: caminando con respecto, caminando con inclusividad y caminando con confianza. Y mi confianza viene fortalecida por lo que vi ayer. Una imagen muy bella: un arcoíris sobre la Basílica de la cúpula de San Pedro. Arcoíris en la Biblia, sobre todo en el libro de Genesis, es un símbolo no solo de paz, pero también de fidelidad de la que Dios es fiel a su palabra.
Y yo creo que, devuelta a Newark, vamos a caminar juntos y el Señor nos va a guiar hasta una identidad mas profunda con mi comunidad sinodal y comunidad misionera.
Hasta la vista. Estoy ansioso a verlos. Que dios les bendiga. Amen