Carta a los fieles de la Archidiócesis de Newark del Cardenal Joseph W. Tobin, C.Ss.R., Arzobispo de Newark

Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Las revelaciones durante el pasado año del abuso sexual a menores por parte de miembros del clero han provocado sentimientos de asombro, enojo, vergüenza y profunda tristeza en toda nuestra comunidad católica. Las víctimas, sus familias y todos los fieles están con todo derecho indignados por los abusos cometidos contra menores. Además, es de manera especial reprochable el hecho de que los líderes eclesiásticos no suspendieran inmediatamente del ministerio a los presuntos abusadores.

En un esfuerzo por hacer lo que es correcto y justo, publicamos los nombres de sacerdotes diocesanos acusados de modo creíble de abuso sexual a menores en la Arquidiócesis de Newark. Esta lista es el resultado de una extensa revisión de los registros arquidiocesanos desde 1940. Todos esos nombres fueron reportados previamente a las agencias encargadas del cumplimiento de la ley.

La Arquidiócesis de Newark tiene una política de tolerancia cero para cualquier tipo de maltrato o mala conducta que involucre a niños o a jóvenes. Ningún miembro del clero con una alegación creíble de abuso sexual de un menor permanece en el ministerio.

Esperamos sinceramente que esta publicación ayude a traer la sanación a aquéllos cuyas vidas han sido tan profundamente violadas. También oramos para que esto pueda servir como un paso inicial en nuestros esfuerzos por restaurar la confianza de ustedes en el liderazgo de la Iglesia Católica.

Deseo expresar mi sincero pesar a las víctimas y a sus familias que fueron traicionadas de una manera tan profunda. Les pido perdón en nombre de la Iglesia. Les prometo solemnemente mis oraciones y mi apoyo en este proceso de sanación.

Como signo de nuestro compromiso y apoyo ha sido establecido un nuevo Programa Independiente de Compensación a las Víctimas. Este programa permitirá que aquéllos que sufrieron abusos sexuales por parte de miembros del clero cuando eran menores puedan obtener compensación de una manera compasiva, rápida y transparente. Aunque ninguna compensación financiera puede recompensar de manera adecuada el sufrimiento padecido, queremos que esto sea una expresión genuina de nuestro arrepentimiento y de nuestro deseo de consolar y compensar a las víctimas de este abuso.

La divulgación de esta lista de nombres no es de ninguna manera el punto final de nuestro proceso. Más bien, es una expresión de nuestro compromiso de proteger a nuestros niños, y un nuevo nivel de transparencia en la forma en que informamos y respondemos a las denuncias de los abusos. Debemos proteger a nuestros niños primero, ante todo, y siempre.

Se ha progresado de manera significativa para asegurar que los niños estén hoy protegidos en la Iglesia. Desde 2002, hemos implementado programas de Ambiente Seguro y tomado medidas que han influido de manera positiva en la creación y apoyo de ambientes seguros en toda la Arquidiócesis de Newark.

Mirando hacia el futuro, debemos mantener la vigilancia. Todos debemos comprometernos a proteger a nuestros niños, los miembros más vulnerables de nuestra comunidad.

Les insto, por tanto, a que si alguien conoce alguna presunta mala conducta sexual por parte de algún miembro del clero, empleado o voluntario de la Arquidiócesis, que informe inmediatamente a la policía y a la Coordinadora Arquidiocesana de Asistencia a las Víctimas. (201-407-3256)

En estos momentos difíciles para todos nosotros, la oración es fundamental para mantener nuestra fe. Coloquemos nuestra ira, nuestra vergüenza, nuestra tristeza y decepción a los pies del Señor, pidiendo la curación que sólo su gracia puede proporcionarnos. Oramos para que seamos una fuente de fortaleza y compasión para las víctimas del abuso y sus familias. También oramos por todos los miembros de la comunidad católica que sufren estas trágicas heridas en el Cuerpo de Cristo. Y ofrecemos aliento y apoyo fraterno a los muchos sacerdotes fieles que están tan profundamente heridos por los fallos de sus hermanos.

Ruego a la Santísima Virgen María, la Madre Dolorosa, pero también la Madre de la Esperanza, que sane nuestros corazones e ilumine nuestro camino para que veamos a la Iglesia levantarse de nuevo renovada. Gracias y que Dios los bendiga.

Sinceramente en Cristo Redentor,

Cardenal Joseph W. Tobin, C.Ss.R. Arzobispo de Newark

Mensaje de Cardenal Joseph W. Tobin, C.Ss.R Arzobispo de Newark 13 de febrero 2019

Read the statement in English